San Francisco

La excusa fue la Comic-Con, pero como California era uno de los viajes que teníamos pendientes, aprovechamos que casi literalmente íbamos a ir a la otra punta del mundo para hacer algo más que ir a San Diego. El viaje empezó en San Francisco, siguió por su bahía (Sausalito, Berkeley…) y de ahí bajamos hasta Silicon Valley (San José, Cupertino, Mountain View, Palo Alto, Stanford…). Desde allí fuimos a Los Ángeles y después a Las Vegas, para terminar en San Diego, en la Comic-Con. La historia de cómo volvimos a casa ya la conté el otro día.

Pero empecemos por el principio: San Francisco.

Golden Gate[Curiosamente fue allí, y no en la Comic-Con, el primer sitio donde nos encontramos con un lostie. Si ya es gracioso encontrarte a Jacob himself comprando en una farmacia/supermercado en la esquina de tu hotel, hacerlo de nuevo un par de horas más tarde cuando bajas a fumar no tiene precio. Por cierto, que vale que no eras un lostie, lostie, pero seguro que te pagaron lo suficiente como para comprarte prendas que no parezcan sacadas de un contenedor de ropa, así que cobra el cheque y hazlo, dude]

AlcatrazComo con la mayoría de las cosas, también soy un poco particular con las ciudades que visito. No importa cómo me haya ido, ni lo que haya visto, ni las experiencias buenas o malas que haya tenido, ni siquiera lo mucho que me haya gustado (o no) cualquier punto de esa ciudad. A mí las ciudades me gustan o no. Y San Francisco no está en el primer grupo. No es que no quiera volver a ella en la vida o que desee que un asteroide la fulmine, pero en cierto modo me decepcionó.

En San Francisco fue donde vimos a España proclamarse campeona del mundo de fútbol (en un típico bar deportivo estadounidense, una experiencia curiosa), y no sé si fue porque estuvimos fuera o porque es de hecho increíble, pero cada vez que leo o escucho «la campeona del mundo, España», no puedo evitar una carcajada, y eso que ya allí eran muchos los que nos felicitaban cuando les decíamos que éramos españoles (la foto es de una tienda de Castro en la que también se alegraban de la victoria española).

En San Francisco también asistimos (desde nuestra habitación del hotel) a una curiosa proyección en Union Square de Dirty Dancing. Cuando pasamos por allí un par de horas antes pensamos que era un escenario para algún concierto, y lo seguimos pensando cuando empezó el jaleo. Pero tras unos minutos fui reconociendo las canciones de la película (mi marido no, porque él no ha visto nunca la peli; hay tantas lagunas en su formación…). Cuando bajé a la calle a fumar un poco después pasó una pareja comentando que no era un concierto, sino una proyección, aunque la algarabía de la muchedumbre nada tenía que ver con el silencio que suele reinar (salvo deshonrosas excepciones) en una sala de cine. No sé si era un sing-a-long, pero la gente jaleaba a gusto, especialmente, como era de esperar, en el número final, durante el que le pedí a mi marido que se callase. «Ahora va a venir un griterío importante», le dije. Y en efecto, así fue. «¿El salto?» (al menos eso sí lo ha visto). «Exacto, el salto».

Además de subir y bajar cuestas, caminar muchísimo, meternos en autobuses atestados de chinos (hay muchísimos en San Francisco, y que nadie se lo tome mal) y lidiar con los indigentes apostados literalmente en cada esquina (muchos de los cuales se te echaban encima; en cierta ocasión me quejé a mi marido porque había demasiados; él me dijo que en casa -Sevilla- también los teníamos; le respondí que precisamente por eso no me gusta encontrarlos también cuando viajo) tuvimos tiempo de pasearnos por Presidio, un parque cerquita del Golden Gate en el que, entre otras cosas, están situadas las oficinas de Lucasfilm (fue George Lucas el que se encargó de rehabilitar la zona cuando las autoridades de la ciudad decidieron deshacerse de la cárcel militar que le da nombre).

Yoda en PresidioPero las oficinas no se pueden visitar (sí, lo preguntamos, pero nos mandaron, muy educadamente, eso sí, al carajo), así que nos conformamos con hacerle unas cuantas fotos a la estatua de Yoda de la entrada del edificio principal.

Junto al complejo de oficinas de Lucasfilm está el Palacio de las Bellas Artes. Y por detrás, la bahía, con senderos y playas de esparcimiento y una zona de picnic a la que la gente no lleva cestitas, sino media casa (algunos la casa entera), para pasar el día con toda la familia (y algunas eran más numerosas que las de mi marido y yo juntas; sobre todo la suya, porque la mía es mucho más escasa).

Fort Point y el Golden Gate, San Francisco

Justo en la base del puente se asienta Fort Point, un fuerte construido en su día para proteger la bahía y que sigue en pie como museo, un sitio realmente singular, aunque el viento era tan frío y tan intenso dentro que tuve que ir a resguardarme fuera. Suena raro, pero es así; se estaba mejor fuera que dentro (más fotos aquí).

En la bahía, pero algo más lejos del Golden Gate, está Fisherman’s Wharf, un sitio pintoresco de innegable vocación turística con sitios para comer prácticamente de todo, tiendas en las que comprar también casi de todo, un cine (con una escalofriante figura de Bob Esponja), un tiovivo y un muelle en el que decenas de leones marinos se tumban a tomar el sol y que aparecieron por allí un buen día, nadie sabe por qué.

Los leones marinos del Muelle 39De allí salen también los numerosos cruceros que surcan la bahía, como el que lleva a Alcatraz una codiciada excursión que debe contratarse al menos una semana antes. No estuvimos una semana en San Francisco, así que nos quedamos sin ir. En su lugar tomamos un crucero que pasaba bajo el Golden Gate y rodeaba la Roca. No estuvo mal (más fotos aquí).

En nuestra visita a San Francisco no nos olvidamos de dos de los puntos más populares: Castro, el llamado barrio gay, con tiendas de ropa y cómics geniales, y Chinatown, donde supongo que viven todos esos chinos que nos encontrábamos en los autobuses.

Y, por si alguien lo dudaba, también fuimos a alguna que otra Apple Store (la de la foto, en la que está mi marido, muy chiquitito, es una de las tres que tienen en San Francisco; más imágenes aquí).

Apple Store, San FranciscoEntregas anteriores:

-La mochila que no quería volver a casa

10 comentarios en “San Francisco

  1. Mucha envidia y eso que sólo es la primera parte del viaje…

    Pd: a mi me han gustado todas las ciudades en las que he estado menos Manchester

    Saludetes desde los Madriles

    Me gusta

  2. La verdad es que el viaje ha sido genial, no lo negaré, aunque cansado de narices. No he estado en Manchester, pero la ciudad que menos me ha gustado fue Budapest. No es que San Francisco me haya espantado, pero tampoco me ha enamorado. Digamos que no ha cumplido mis expectativas. Me dijo mi santo esposo lo de que te mudabas a Madrid, pero le dio cosa preguntarte (y a mí también), pero veo en una vista rápida en tu blog que es por curro, así que mucha suerte. Tengo cientos de posts por leer en el Reader y tu blog no es de los de ‘marcar todos como leídos’, así que discúlpame por estar desactualizada y no te asustes si empiezas a ver comentarios en posts de hace un mes, jeje.

    Saludos desde Gelvenian Lands 😉

    Me gusta

  3. Pienso que aprovecháis los viajes muy pero que muy bien!! Los programáis aunque sea un poquito no? Os envidio…, nosotros es que no podemos permitírnoslos.

    Me gusta

  4. Se hace lo que se puede, jeje. La verdad es que este viaje no estaba demasiado planificado, en realidad nada en absoluto, salvo lo básico de vuelos y hoteles, por eso no hemos hecho ni visto todas las cosas que nos habría gustado, pero así tenemos una excusa para volver.

    En realidad nosotros tampoco deberíamos permitírnoslos, pero de vez en cuando nos merecemos un homenaje. En mi caso, necesitaba escaparme bien lejos durante un tiempo. La última temporada no ha sido muy buena que digamos, como sabes.

    Además, al final no importa dónde te vayas o cuánto tiempo, ni siquiera irte a ninguna parte, sino con quién estés, como también sabes 😉

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.